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Estoy mosqueado, muy mosqueado.
Cerca de mí alguien ha decidido destrozarle la vida a muchísima gente solo por cubrirse el culo, solo por evitar una posible (ni siquiera, segura) bronca. Permítanme que no les dé detalles, permítanme que me los guarde para mí porque no debo soltarlos... algún día me servirán para escribir un buen relato o un pasaje de una novela.
Es triste ver que el egoísmo es uno de los motores del mundo; al menos para algunas personas. Es duro ver que es un sentimiento que gana más batallas que el amor. Debemos producir amor para contrarrestar el infinito egoísmo que nos supera.
El caso del que les hablo me ha llegado dentro. Es muy triste porque la actuación de la persona que tengo cerca ha sido legal, incluso se podría decir que ha sido ejemplar si solo le utiliza como paisaje la normativa y la legislación vigente. Pero ha sido una actuación mezquina y cuyo mayor efecto ha sido el dolor.
No es la primera vez que me sucede ni será la última, pero permítanme que me indigne y que me duela y que tenga ganas de llorar, sí, ganas de llorar ante el mal ajeno. Y le pido a Dios que eso me siga sucediendo siempre, que nunca sea indiferente a la injusticia... por favor, que siga sufriendo cada vez que el mundo que me rodea se pudra.
Lo peor es que me siento impotente para arreglar este mal... imagino que solo ha sido una casualidad que esto me suceda un día en el que la pena de muerte se cuestiona porque es probable que hayan ejecutado a un inocente a miles de kilómetros de aquí.
Reflexión del día: El egoísmo se expande, el 90% de las personas se guían por él... ojalá que el amor a los demás no sea nunca estrangulado por esa zarza venenosa que sale de los corazones de las personas.
Cita del día: Sólo le pido a Dios
que lo injusto no me sea indiferente
que no me abofetee la otra mejilla
después de que una garra me arañó esta suerte.
(Canción "Solo le pido a Dios" de Ana Belén)
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