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Ayer estuve pensando en una absurda ley que tenemos en Andalucía (quizás también esté presente en el resto de España, lo ignoro). Según esta norma el alumnado menor de 18 años no puede salir del instituto si no vienen sus padres a por él (o a por ella). Supongo que todo se debe a que algún juez de toga fácil le dio una indemnización a los padres de un imberbe adolescente porque le atropellaron en horas de clase y él no estaba en su aula porque le dejaron salir de su instituto.
La ley podría tener un pase si no fuese por la patulea de chavales/as que con 16 años dejan la enseñanza y tienen libertad de movimientos por la ciudad. Así vemos que si alguien estudia y se comporta, y sigue en la enseñanza, sus derechos se recortan. Por el contrario, quienes abandonan el sistema educativo tienen carta blanca.
Igual que esta ley, existe el famoso canon que tienen cargado muchos productos porque en ellos puede cometerse una ilegalidad (que no un delito). Así, cuando compro deuvedés para grabar la boda de mi prima, debo paagar por si meto en ellos el último vídeo de Ramoncín.
En diversas tiendas los precios son más altos para compensar los robos que algunas personas realizan allí, para que los honestos paguen los pecados de los justos (aquí se me ha olvidado poner mi sello de iguldad con honestos/as y justos/as).
Por lo que tengo entendido, entrar en los USA es un calvario porque te hacen un interrogatorio como si fueses un terrorista.
Así, tenemos que renunciar a ciertos derechos para pagar los pecados de otros/as.
Veo lógico restringir libertades para garantizar seguridad (no me importa pasar por un escáner para evitar que otro ponga la bomba en un avión, creo que los radares en carretera son buenos...).
Pero creo que los pecados sociales no se pagan castigando a los que cumplen las normas.
Seguro que todos/as recordamos un día en una clase en la que nos echaron la bronca por culpa de quienes no estaban allí (-Es una vergüenza que se hayan fugado -decía el director de turno "a grito pelao"-. Como alguien más se escape se la va a cargar y blablablá).
No sé si esto es un mal necesario, pero estoy seguro de que se pueden mejorar esos "castigos a los buenos para evitar un mal mayor".
Reflexión del día: ¡qué difícil es hacer leyes lógicas! (imagínate tú lo difícil que es hacerlas justas).
Cita del día: Es más fácil hacer leyes que gobernar.(Tolstoi)
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Dicen que quien hace la ley hace la trampa.
Dicen también que quien hace la ley acaba atado de pies y manos víctima de su propia trampa...