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El otro día estuve junto al escaparate de una de esas tiendas superexclusivas en las que nada baja de los mil euros. Vi dentro a una mujer a la que peloteaban tres empleados, imagino que con la intención de endosarle un bolso que no necesitaba y que solo usaría para dar envidia a sus amigas.
Más tarde pasé por una tienda popular en la que las colas estaban llenas.
Me puse a pensar (algo que no es malo, no duele). Me di cuenta de que las personas más ricas de este mundo son las dueñas de tiendas pensadas para la gente corriente, no los que poseen el emporio de la exclusividad.
Zara: ropa barata.
Ikea: muebles baratos.
Microsoft: programas caros, para ordenadores baratos. Aquí la piratería tiene algo que decir.
En cualquier caso, descubrí que el negocio está en lo barato, en lo que la gente en general puede comprar. ¿Por qué hay personas que se dedican a los ricos? Creo que la razón está en que hay muchas personas vagas que prefieren trabajar poco y por mucho dinero a trabajar muchas veces por poco dinero. Si todos fuéramos menos vagos, la exclusividad desaparecería.
Vi casualmente a una mujer salir de un cochazo de esos que nunca tendré... su ropa era de lo más normal. No sé si ferrari es más rica que volkswagen, pero lo dudo.
La pena es que nos guste dar envidia a los demás, porque ese es el motor de esas compañías guiadas por gente holgazana que prefiere trabajar poco.
Reflexión del día: Lástima que la estupidez humana prefiera algo exclusivo que algo barato.
Cita del día: Dinero: Un buen siervo pero un mal amo. (Alejandro Dumas hijo)
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