El otro día estrenaron una película en cines, internet y DVD. La peli del tipo este de Aída, creo que se llama Paco León. No creo que la peli sea buena ni que pase a la Historia del Cine ni que gane un Oscar. ¿Por qué hablo de ella entonces? Porque ha demostrado lo que todos sabíamos y que la SGAE y sus esbirros y los ministros que han defendido sus tesis negaban: que la gente estamos dispuestos a pagar por descargar cine si la oferta es interesante y si el precio es adecuado.
El precio de bajarse esta película de estreno para verla en casa era unos dos euros (y la podía ver toda la familia). Creo que fueron una 30000 descargas el primer día. He leído que hay gente que dice que eso sirve para pelis de bajo presupuesto pero que no vale para grandes producciones de millones de euros. Demagogia barata, pienso yo.
Las grandes producciones seguirían ganando mucho dinero porque Spiderman, por ejemplo, sería seguida en la gran pantalla por los más fanáticos. ¿Este hecho se puede aplicar a los libros que casi no cuestan nada en su producción (el trabajo de una sola persona y una inversión cero)? Claro que sí.
El camino ya ha sido mostrado en un millar de ocasiones: la gente es capaz de pagar por descargar siempre que el precio no sea elevado... pero la industria se niega a reconocerlo.
Reflexión del día: Los que más intereses tienen en que no cambie el modelo de negocio en la cultura son los que quieren hacernos creer que nuestros experimentos valen menos que sus sesudas profecías.
Cita del día: Cuando se examinan inteligentemente incluso los más inútiles experimentos, estos pueden abrir el camino hacia los más sensacionales hallazgos.
(Max Planck)
No hay comentarios:
Publicar un comentario