sábado, 8 de septiembre de 2012

Cospedal y los sueldos de los diputados

El otro día leí una noticia que me dejó impactado agradablemente: Cospedal quería que sus diputados no cobrasen sueldo. Es algo que he pedido durante mucho tiempo.

Me fascinó la rapidez con la que el PSOE respondió de forma demagógica: en ese caso los pobres no podrían ser políticos. ¡Qué facilidad para mentir! Los diputados, quitado el sueldo, ganan aún una pasta por plenos, dietas y demás dispendios (sin contar teléfonos y tarjetas oficiales). Pero con esa frase mantenían el chiringuito político para favorecer a los más desfavorecidos.¡Hay que tener rostro para decir eso, la verdad! Lo que gana esta gente quitándole el sueldo es mucho más de lo que gana la mayor parte de los españolitos de a pie, así que no me vengan con que la gente pobre no podría ser política, que es lo mismo que llamarme tonto.

No vayan ustedes a pensar que voy a atacar al PSOE y defender al PP en esta entrada. Porque me ha fascinado igualmente que sea Cospedal quien lo proponga, una política que, según he leído, tiene a varios policías vigilando su chalet, se subió el sueldo nada más subir a su cargo y que cobra tanto o más que el presidente del gobierno. Lo primero que debía hacer esta señora era renunciar ella a su sueldo y a sus dietas y donarlas a Castilla la Mancha, a Cáritas o a cualquier otra causa útil.

Volvemos, por lo tanto, a la demagogia política como motor de este país (Pandereta Country).

Lo bueno de todo esto es que Cospedal ya ha abierto la caja de Pandora y segurmente muchos políticos tendrán que reducir sus ingresos. Esa es una de las medidas básicas que tenemos que aplicar, lo llevo diciendo mucho tiempo. Si quieren que los demás nos apretemos el cinturón deben apretárselo ellos más.

Reflexión del día: aunque la demagogia es muy útil, creo que la gente preferirá a unos políticos sin sueldo que a unos trabajadores sin ingresos.

Cita del día: El mayor castigo para quienes no se interesan por la política es que serán gobernados por personas que sí se interesan. (Arnold Joseph Toynbee)

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